Un gran vivienda sustentable fue construida en Garín con el sistema «platform frame».

Vivienda sustentable en Garín

 

Esta impresionante obra fue diseñada y proyectada por el Arquitecto Octavio Roca del estudio 2424 Arquitectura y se encuentra emplazada en un barrio privado de Garín, a 40 kms al norte de la ciudad de Buenos Aires.

Esta casa de más de 300 m2 fue construida con el sistema tradicional de bastidores o platform frame, el sistema que reemplazó al antiguo balloon frame del siglo XIX y que entre arquitectos y constructores de los EEUU se lo conoce coloquialmente como stick frame (sistema de palos).

 

Este método constructivo está tomando gran importancia en la Argentina, no sólo por la probada y exitosa trayectoria que tiene en los países más desarrollados para la construcción de la mayoría de sus viviendas, sino también porque la concientización del cuidado del medio ambiente está teniendo un lugar importante dentro de la construcción y diseño arquitectónico local. La sustentabilidad de sus materiales genera una vivienda sólida, ecológica y eficiente, en línea con la tendencia mundial de reducir la demanda energética y el impacto ambiental.

 

DISEÑANDO CON EL COMITENTE

El Comitente llegó al estudio con varias ideas muy definidas para el diseño de su casa:

1. La madera debía ser el material estructural. Esta fuerte determinación provenía de anteriores experiencias familiares con este tipo de construcción, confirmadas más adelante por la experiencia de haber vivido en una casa de esas características cuando realizó sus estudios de posgrado en EE.UU.

2. Integrar elementos de la arquitectura del sur cordillerano -San Martín de los Andes, Villa La Angostura y Bariloche- con la volumetría de una arquitectura más moderna y contemporánea. 

3. Generar distintas alturas interiores que aporten diferentes sensaciones espaciales al recorrer la casa. 

4. La volumetría exterior debía combinar sutilmente techos inclinados y planos, con distintas alturas.

5. Grandes aventanamientos hacia el jardín posterior, especialmente en el área del estar-comedor y playroom.

Desde un principio, el Comitente se involucró intensamente en el proceso de diseño, trayendo propuestas, dibujos y referencias para cada ambiente de la casa.

El desarrollo del proyecto insumió casi más tiempo que su materialización. Cada detalle fue resuelto en acuerdo con la familia logrando una plena identificación con el producto final.

EL DESAFÍO DE LA ESTRUCTURA Y LOS ESPACIOS

En el sistema de bastidores portantes de madera, cada parte actúa solidariamente y así todas potencian sus cualidades en conjunto. Los bastidores que conforman los muros exteriores están compuestos por palos de 2” x 4” separados cada 40 cm que toman los esfuerzos de compresión. Para lograr que estos tomen las cargas laterales, se los rigidiza mediante la colocación sobre la cara exterior de una placa estructural de madera de ½” de espesor (OSB o multilaminado fenólico). De esta manera, se obtiene un muro con gran capacidad de carga tanto vertical como horizontal. Estudios realizados en el INTI dieron como resultado que la carga de rotura a esfuerzos de compresión vertical es de 13tn, muy superior a los valores de un muro similar de mampostería.

El esquema funcional de la casa es tradicional, con las áreas públicas en la planta baja, mientras que los cuatro dormitorios más tres baños se ubican en el nivel superior. 

La fachada principal está compuesta por dos volúmenes sólidos unidos por un plano vidriado retirado que destaca el ingreso a la vivienda. Éste se da a través de una puerta doble realizada en madera de ciprés arenado, inscripta en este gran curtainwall. La perfilaría de aluminio anodizado negro y paneles DVH se extiende desde el piso hasta el techo, estableciendo el cerramiento del hall de acceso con una altura de 7 m y un ancho de 4 m que contiene la escalera y un balcón interno. Buscando una armonía en la composición, dichos perfiles se alinean a las correas de madera (3” x 8”) del techo inclinado del hall, que se aprecia tanto desde el exterior como al interior.

Una amplia abertura conecta el hall de entrada con el estar-comedor-cocina, un gran espacio de 15 metros de largo, 6 metros de ancho y 3 metros de altura. A pedido del cliente, éste debía ser un espacio amplio y puro, sin columnas ni vigas intermedias que, combinados con los muros portantes completamente aventanados hacia el fondo y los laterales, debían soportar el enorme entrepiso unidireccional de planta alta, conformado por vigas laminadas encoladas de pino de 3” x10” y placas multilaminadas de ¾” de espesor. Teniendo en cuenta esta relación desfavorable entre llenos y vacios y a falta de otros elementos estructurales, se optó por reforzar una de las caras del muro central y transversal a toda la casa -en ambos niveles- con placas OSB de ½» de espesor, para que tome los esfuerzos laterales que no podían descargarse en los muros exteriores, y estabilice horizontalmente la vivienda.

ENTRE VOLUMETRÍAS Y PLANOS INCLINADOS

El techo fue otro requerimiento ineludible del comitente: debía ser el gran protagonista, comenzando desde el imponente hall de doble altura para luego atravesar la casa culminando en la cubierta de la suite principal. Para darle mayor trascendencia, se lo extendió por sobre los dos cuerpos laterales integrando todos los elementos compositivos. De este modo, ese plano inclinado define estos dos volúmenes laterales prismáticos correspondientes a los dormitorios secundarios, ambos poseen una cubierta con una mínima pendiente para el escurrimiento natural del agua, pero que se esconde tras el muro de perimetral con el fin de ocultar la inclinación de los techos y de esta manera generar una fachada de volúmenes rectos.

La gran cubierta central se resolvió con un entramado aparente de correas de madera laminada encolada de pino elliottis 3” x 12” x 20 m de longitud, apoyadas en solo cuatro puntos estructurales. Estas correas son las que soportan una estructura perpendicular de cabios de madera de 2” x 6” que alberga la aislación reforzada de 6” en lana de vidrio y recibe la cubierta final de chapa Zincalum. Las cubiertas laterales se realizaron en madera aserrada de pino elliottisde 2” x 6”, quedando la aislación contenida entre el cielorraso suspendido de placa de roca de yeso y la placa rigidizadora OSB de ½ “de espesor.

El movimiento es parte de la composición y, para resaltar la ruptura entre las formas, se eligieron diferentes orientaciones del revestimiento exterior (siding de fibrocemento). Se la cubrió mayoritariamente con siding en sentido horizontal, interrumpido por volúmenes salientes en cada fachada, donde el revestimiento cambia a sentido vertical.

En la amplia galería semicubierta sobre la fachada del contrafrente la cubierta se resolvió con placas de policarbonato translucido combinado con un entramado abierto de listones de pino a modo de cielorraso suspendido que tamizan la luz y permiten el resguardo de la intemperie.

CONCLUSIONES

La casa demuestra las grandes ventajas que nos ofrece el sistema de bastidores, que apartir de una tecnología sencilla y probada, permite la resolución de espacios y programas de la más variada complejidad.

La versatilidad del material, su flexibilidad y adaptabilidad responden a todos los requerimientos constructivos y de diseño. 

Por su gran eficiencia energética, se puede decir que el costo real del edificio, esto es, sumando el costo de su construcción al del mantenimiento a lo largo de su vida útil, es entre un 30 o 40 % inferior al de uno de similar tamaño construido con ladrillo y hormigón.

Los tiempos de ejecución nos permiten tener obras rápidas con la ventaja adicional del ahorro financiero de varios meses de alquiler a la espera de poder ocuparlo. La precisión y previsibilidad del sistema permite lograr presupuestos “llave en mano”, sin variaciones hasta el final de la obra.

Desde lo sustentable, la madera es el único recurso renovable de la construcción que además libera oxígeno y fija el dióxido de carbono (CO2) durante el crecimiento del árbol y a lo largo de toda su vida útil, reduciendo drásticamente la emisión de gases de “efecto invernadero”.

Teniendo en cuenta todos estos beneficios, estamos en condiciones de afirmar que la madera será el material fundamental para la construcción de edificios del siglo XXI.

> Fuente: Perfil de Facebook de CADAMDA