Ante la finalización del contrato de administración con el Buenos Aires Design, decidimos redactar un breve resumen
de como se fueron sucediendo los hechos y se desarrollaron. 
 
 
Mayo de 2018. Socios de CEMA, Cámara de Empresarios Madereros y Afines, que se encontraban con sus locales
en el Buenos Aires Design nos plantean su problemática en torno al mismo: “A fin de año se termina la Concesión a ERSA,
debemos cerrar nuestros negocios en un momento muy malo para nuestras empresas y despedir gente, para que, paralelamente,
uno de los lugares más bonitos y emblemáticos de Buenos Aires permanezca cerrado, se convierta en un basural y sea muy
posiblemente intrusado.” Por esto mismo planteamos desde nuestra Cámara esta preocupación al Gobierno de la Ciudad
y pese a nuestra insistencia no tuvimos respuesta en ese momento.
 
Noviembre de 2018. Lo pronosticado ocurre: desalojos, reacción, ocupación de la calle, indefinición, bronca, impotencia.
Y todo avanza hasta que los empleados de las empresas deciden hacer un corte de la Avenida (en forma ordenada y con
aviso previo a las autoridades) a fin de ser escuchados. Ante esta circunstancia, el Gobierno  recuerda las Cartas enviadas
anteriormente por CEMA y por la AHRCC, Asociación de Hotelería, Restaurantes, Confiterías y Cafés. A 48 horas del cierre
y ante la tensión planteada por el corte, nos llaman preguntándonos si somos capaces de gestionar el Design por un año,
tiempo estimado para la nueva licitación, su adjudicación y entrega. No cobrarían ningún canon pero deberíamos hacer frente
a los gastos y garantizar su devolución en el plazo y condiciones previstas. Un real desafío, dos Cámaras dedicadas
a la AcciónGremial Empresaria, haciéndose cargo de administrar y gestionar un shopping. Una solución nunca intentada.
Creatividad y desafíos puros.
 
Diciembre de 2019. Un año después, habiendo gestionado un edificio ya viejo y al que se le venían retaceando las acciones
de mantenimiento mínimas, con transparencia y cuentas claras, cumpliendo los compromisos adquiridos con los proveedores,
con el Gobierno y con los usuarios, estos han comenzado a abandonar el lugar que los acogió, en algunos casos por 25 años,
yendo a nuevas ubicaciones, habiendo podido utilizar estas instalaciones durante un año muy duro, con la mayoría
de los empleados reubicados, en paz. 
 
 
ROBERTO FONTENLA, presidente de CEMA comentó: “Para CEMA y para mí, a nivel personal, fue un desafío, que se presentó
como inevitable, preocupante y riesgoso, con muchas incógnitas y desafíos”. La propuesta del Gobierno a las Cámaras era
de definición urgente y no había antecedentes previos, ninguna experiencia parecida. “Decir que SI era salvar puestos de trabajo
en un momento en el que aumentaba el porcentaje de desocupados y ayudar a la continuidad de negocios del sector, pero implicaba
tomar riesgos. Tuvimos que afrontar las exigencias para el bien de las empresas, inclusive teniendo que garantizar el proyecto.
No hubo alternativa”. Ante la imposibilidad por parte de las Cámaras de desarrollar esta gestión por cuestiones estatutarias,
se delegó la gestión del proyecto en administraciones “ad hoc”. En el caso de CEMA se generó, en cabeza del
Sr. GABRIEL CAMPINS, la administradora SINCOP SAS.
 
“Hoy, finalizado el proyecto, podemos sintetizarlo en base a los resultados», continúa Roberto Fontenla:
 
 En el tiempo pactado, se ha desalojado el Mall cumpliendo con los compromisos asumidos.
 Se ayudó a las empresas participantes, dándoles un año más para intentar solucionar la crisis que implicaba el cierre inmediato. 
 El presupuesto de gestión elaborado en noviembre de 2019 permitió hacer frente a la totalidad de los gastos.
 La relación entre Cámara, administradora, usuarios, gracias al Contrato de Colaboración Empresaria elaborado para
este efecto, fue más que razonablemente correcta, llevando a que la totalidad de los Usuarios que la suscribieron
desocuparan el Mall en tiempo y forma.
 Se probó un concepto de colaboración pública, institucional y privada que permitió, al Gobierno de la Ciudad, cumplir con
sus objetivos, mantener la paz social, y evitar erogaciones y riesgos; a los Usuarios, favorecer la continuidad de sus negocios
en un pésimo momento; a la Cámara, buscar y experimentar nuevas formas sinérgicas de desarrollar y favorecer la actividad
empresaria. Definitivamente un “ganar – ganar”.
 
 
Estamos agradecidos por haber participado en esta novedosa experiencia de articulación público – privado, que quedará como
un caso testigo que podrá replicarse en situaciones similares. Quedó expresado el valor de la intervención de las instituciones
para lograr objetivos y realizar proyectos.
 
 
Para más información: info@cema.com.ar