Este año, inspirados por el espíritu del Bicentenario de nuestra Independencia, los clásicos nombres de la muestra y los nuevos creativos acercan su mirada contemporánea, en espacios soñados que sintetizan las nuevas formas del habitar.

Estar a la altura de la vanguardia, mirar hacia adelante, fomentar el talento nacional, abrir fronteras, fortalecer la presencia del arte con un premio a la mejor aplicación, hacer foco en objetos preciados, crear con conciencia sustentable, apuntar a la realidad de nuestros tiempos. En definitiva, delinear ese camino que busca mejorar la calidad de vida puertas adentro. Esa es la misión.

Y en esta nueva sede, las ventanas se abren y la luz vuelve a entrar, para darle vida a una vieja casona que funcionó como hogar de ancianos hasta el 2010.

Como novedad, nuevos talentos tendrán un espacio donde mostrarse y crecer, un sector de la planta baja que apuesta a una mirada fresca e interactiva, para un público joven que busca vivir bien, dentro de la vorágine diaria.