El pasado miércoles se desarrolló en la sede de CEMA el taller
Las Pymes que crecieron,
con concurrida afluencia de asistentes presenciales y también de manera virtual, dónde se puso en valor el desarrollo de crecimiento y expansión de las pequeñas y medianas industrias de nuestro sector mueblero-maderero en épocas de crisis a lo largo de estos años así como de otros sectores productivos.
Organizado por CEMA, CEMA Espacio Joven y la colaboración de UIPBA Joven, dio apertura del Taller el Sr. Gabriel Campins, representante de nuestra institución, estableciendo la función actual que tienen las cámaras como organismos de articulación de comunicación entre las acciones de Gobierno con las empresas. Además comentó que las cámaras cumplen con otra función la de ser depositarias de escucha de las problemáticas de la empresas a modo de catarsis y generadoras de acciones en busca de soluciones. Por último manifestó la importancia que tienen las instituciones como organizadoras de espacios para que los asociados de un mismo sector puedan tener la oportunidad de reunirse a pensar en conjunto acciones para mejorar sus propias empresas junto a empresarios de otros sectores. La importancia de este taller propone la charla abierta de tres empresarios madereros, Antonio Oblak de Oblak Hnos, Hugo Ricciuti responsable de Indelama S.R.L. y Presidente de CEMA, Roberto Fontenla de Amoblamientos Fontenla y Vicepresidente de la Cámara, junto a Martín Castelli de Todo Moda e Isadora, representante de otro sector; todas empresas con características muy diferentes en sus estructuras iniciales.
En una charla cordial cada uno de los empresarios contaron sus propias experiencias en épocas de crisis a lo largo de los últimos años, con historias personales y familiares atravesadas por cada una de las etapas de crecimiento y desarrollo. Entender los momentos de expansión y consolidación que vivieron, inmersos en diferentes coyunturas y cuáles fueron las mejores herramientas y buenas prácticas que encontraron para acompañar cada proceso productivo.
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En el caso del Sr. Antonio Oblak, segunda generación de la firma Oblak Hnos, líder actual en Aberturas y socia fundadora de CEMA, detalló minuciosamente como fue el comienzo de la empresa fundada en 1955 por su padre y dos tíos, emigrantes de su Eslovenia natal. En sus comienzos de manera muy artesanal construyen puertas y ventanas de madera de calidad a pedido. Luego con el correr de los años se asocian con otra empresa para incorporan aberturas con marcos metálicos y la incorporación de cortinas de enrollar, como salto cuantitativo en el desarrollo de su propio crecimiento.
Con la crisis del 2001, la empresa se muda a su planta actual en Virrey del Pino con un predio de 50,000m2 para la unificación de su producción, administración, comercial, de distribución y abastecimiento de sus productos. Pero su momento de mayor expansión se dio en los años 2002/03 donde comenzaron a exportar abasteciendo a retailers y casas de aberturas en el Mercosur y países de la región.
El Futuro es Hoy
Manteniendo la misma estructura de empresa familiar, la incorporación de las nuevas generaciones, les permitió un cambio de dinámica en la empresa, por sus nuevas perspectivas y estrategias de venta en decisiones de especialización y dándole lugar al valor del diseño innovador. Asimismo la importancia de invertir en tecnología y nuevas maquinarias, con la evolución de la utilización de nuevos materiales más avanzados, mano de obra calificada y programas de capacitación para el personal, los consolidó en el mercado en un lugar competitivo de excelencia, en todo el país e incluso a nivel internacional, con certificación de producto y buscando nuevos canales de comercialización.
Por último destacó: «La importancia de participar en cámaras asociadas, comités de trabajo, consultorías, encuentros de empresarios con el intercambio de experiencias, crecemos».
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Luego llegó el turno del Sr. Hugo Ricciuti de Indelama SRL, Industria de la Madera, empresa con 47 años en el mercado con una historia de vida muy diferente a la anterior. Con sus estudios industriales, comenzó trabajando en una carpintería de Bahía Blanca en una empresa familiar. Con los años se muda a una taller muy pequeño y comienza a fabricar puertas y placares a medida. Por el incremento de trabajo y la gran demanda, el taller les empezó a quedar muy chico, y es que deciden comprar un galpón más grande frente a la estación de Temperley dónde da comienzo a Indelama con sus 22 años.
Su intención, desde el comienzo en los años 70, fue no ser competitivo sino marcar la diferencia con carpintería a medida de calidad. Comentó: «Es muy difícil evaluar con certidumbre aspectos exactos de decisiones que se fueron tomando a lo largo de los años y que redundaron en buenos resultados. Debemos considerar que ciertas decisiones tomadas en circunstancias, momentos particularmente críticos o difíciles, mostraron mucho tiempo después que habían sido beneficiosas».
¿Cómo entendí y entiendo nuestro negocio?, se preguntó Ricciuti y reflexionó:
• Definiendo con convicción desde un principio el sector del mercado o nicho del cliente que quería abastecer.
• Anticipar en crear la demanda e incorporar tecnología
• Estar listos en las oportunidades
• Grandes alianzas estratégicas.
• Supremacía en el producto y generación de documentación
• Criterio de inversiones sostenidas
• Rentabilidad como consecuencia y no como objetivo. (Un dato de color que Ricciuti manifestó que él como empresario no piensa en comercial sino como industrial; de hecho en Indelama no hay un departamento comercial ni vendedores).
• La perseverancia
El único problema que hoy tienen en Indelama está referido a la falta de personal capacitado y que perduren. Algo compartido por el resto de los empresarios madereros.
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La tercera exposición fue para el único mueblero del panel; el Sr. Roberto Fontenla quien compartió su experiencia haciendo un resumen de su historia en el sector y relatando el desarrollo de Mobiliarios Fontenla, empresa con 74 años de permanencia en el mercado.
Se definió como Maestro Mayor de Obras, y su interés en interiorismo lo llevó a hacer cursos. En esos años, su padre tenía una tapicería con venta de muebles clásicos, de estilo; pero no los fabricaba.
Sus primeros pasos se iniciaron en una fabrica como colocador de tarugos y al tiempo participando junto a su padre en una exposición conoce al capataz de una empresa extranjera de muebles de calidad y lo convence de iniciar juntos un taller para fabricar muebles propios junto a los primeros 7 operarios. Por la herencia comercial de su padre, decide ampliarse comprando un local y convierte su taller en una fábrica en la zona de Mataderos, fabricando y comprando a terceros. Paralelamente, sobre la Av. San Juan construye un edificio de 4 pisos e instala allí un taller de Lustre y Tapicería con tecnología más avanzada y materiales novedosos que hasta entonces no se utilizaban en Argentina como la laca y el poliuretano. Con el correr de los años fue acaparando todas las áreas sin depender de terceros y generando la totalidad de la producción buscando la excelencia y calidad en el producto final, con un valor agregado en el diseño. Por su posibilidad de viajar se vio influenciado en los muebles españoles e italianos visitando las ferias más importantes y se propuso replicar esa calidad de productos y excelencia de diseños.
Nada de todo esto fue posible sino por la pasión que como empresario le dedicó a esta industria buscando la perfección en el detalle de sus productos y revalorizando las relaciones con sus empleados.
Con paso sostenido, su crecimiento se vio reflejado en un constante y minucioso trabajo; siempre con inversiones, con una fábrica totalmente nueva, en Villa Lugano la cual amplia a un gran mall de decoración de 11000 m2 en el año 2000, unificando toda su producción, exhibición, venta, logística, chequeo de la mercadería y controles de calidad. Además de su fábrica cuenta con en la actualidad con 14 puntos de comercialización.
A diferencia de las otras dos empresas, sus comienzos parten de algo totalmente artesanal para expandirse a nivel industrial y cubrir nichos de especialización con trabajos emblemáticos como la Cancillería en el Palacio San Martín, en el Senado de la Nación, Presidencia, Teatro Colón en su renovación, Hotelería, etc.; siempre buscando la excelencia en esta empresa familiar que perdura a través de los años y no tiene techo en su crecimiento. Ahora con la incorporación de sus dos hijos y con la colaboración de más de 300 empleados.
Como conclusión Roberto Fontenla manifestó: «Nosotros a las crisis las transformamos en crecimiento. Si bien en su momento me asustaron, doblé la apuesta. Oportunidades que se presentaron a los que medianamente estábamos armados».
Antes de pasar al cuarto panelista, los tres empresarios muebleros-madereros reflexionaron sobre la importancia de escuchar y aprender de las nuevas generaciones de jóvenes que los suceden dándoles el espacio para que generen sus propias experiencias.
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El último panelista, el Sr. Martín Castelli de Todo Moda e Isadora, empresa de accesorios de moda para la mujer, comenzó relatando su experiencia de vida, resultado del esfuerzo y la cultura de trabajo familiar de su padre y abuelo.
Actualmente esta empresa está en 6 países con 4500 empleados con tiendas de aproximadamente 90m2.
¿Pero cómo comenzaron para llegar a lo que es hoy?
Su padre, comienza con una fábrica de fundición de bijouterie en los años 70, como industrial y comercial pero con mucha visión de futuro. A pesar de eso, con los vaivenes de este país se endeudó y quebró dos veces, pero siempre saliendo adelante con nuevas proyecciones comerciales. Es así que comienza a viajar y a traer productos de China, los cuales comercializa junto a los de su propia industria nacional.
En uno de esos viajes, cuando Martín tenía 15 años, su padre incorpora como novedad un modelo de negocio diferenciador a través de la venta de auto-servicio en sus locales. Pero el mayor cambio se da en los ’90, con la llegada de los hijos a la empresa con una visión diferente de expansión. Crean la marca Todo Moda con una proyección en sus inicios a sectores populares para crecer a otros sectores de la sociedad.
Por el conocimiento académico de Martin en informática, es que lograron escalar a otros niveles en la organización y control del stock de toda la mercadería pudiendo establecer rangos de responsabilidades en la división de tareas dentro de la empresa. Unos en diseño de producto y otro en el sistema informático, procesos, logística y equipo; con el objetivo de llegar a 100 tiendas en la Argentina.
Los hermanos continuaron con la empresa inicial creciendo y centrándose en el concepto de una empresa global con visión de competir de igual manera ante cualquier empresa del mismo rubro en el mundo. Así en 2001 abren su primer tienda en México con productos de diseño propios pero producidos en China. Actualmente cuentan con 830 tiendas con un modelo de negocio que los posiciona terceros a nivel global en accesorios de moda auto-servicio, gestionado y administrado en su totalidad desde Buenos Aires de manera online a través de un sistema informático integrado in-house, con equipos de profesionales que potencian la capacidad de cada uno de sus socios fundadores.
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Taller: Las Pymes que crecieron | 21 de Septiembre 2022