La Cámara de Empresarios Madereros y Afines participó del 136 Congreso de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), que, con el título «El futuro de la cadena de valor foresto industrial», se desarrolló durante los días viernes 16 y sábado 17 de junio en el Centro Costa Salguero de la Ciudad de Buenos Aires.

Rodolfo Martin, presidente de FAIMA, abrió el Congreso alertando acerca del momento delicado que atraviesa la industria de la madera y el mueble, afectado por la “caída en la producción y las ventas”. El empresario mendocino consideró que para superar esos problemas, resulta necesario un trabajo coordinado entre el sector público y el privado. “El mundo industrial está cambiando y debemos modernizarnos para poder competir de acá a los próximos cinco o diez años”, sostuvo.

Martin detalló que el sector está compuesto mayoritariamente por PYMEs que pueden contribuir al desarrollo de las economías regionales. Para ello pidió que se dé impulso a la construcción de viviendas de madera y señaló al diseño y la innovación tecnológica como dos herramientas necesarias para salir de esta coyuntura que preocupa al empresariado. “La situación es difícil, trabajamos para sostener el empleo en un contexto de caída de rentabilidad y alta presión tributaria, pero no vamos a bajar los brazos”, prometió.

El secretario de Industria de la Nación, Martín Etchegoyen, retomó las palabras de Martin y reconoció que 2016 fue un año duro. El funcionario mencionó la recesión de la economía de Brasil como una de las razones que afectaron al conjunto de la industria argentina. No obstante, Etchegoyen celebró la sanción de la Ley PYME de cara a una posible mejoría de las empresas y prometió la llegada de créditos. También sostuvo -en sintonía con declaraciones recientes del presidente Mauricio Macri- que “uno de los problemas que enfrenta la producción es la industria de los juicios laborales que se lleva 500 millones de dólares por año en honorarios de abogados y peritos”.

“Los dos grandes puntos que hay que trabajar en la Argentina son el acceso a financiación barata y la mejora en la capacidad tecnológica en materia de diseño para producir con mayor calidad”, indicó Etchegoyen.

A su turno, el subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal, Ricardo Delgado, ponderó la creación de la mesa sectorial que reúne a empresarios de la construcción y representantes de la industria maderera, y prometió que en breve serán recibidos por el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio. También recordó que el Banco Nación se comprometió a abrir una línea de créditos hipotecarios para la compra de viviendas construidas en madera.

La inauguración se completó con el discurso del presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo. “Tenemos la responsabilidad de transmitirle a la gente que no nos cree que la Industria del Juicio genera el cierre de empresas. Pero estoy tremendamente positivo como empresario porque si todos los sectores nos reunimos con una mirada de largo plazo, tenemos todo para crecer”, expresó.

En representación de CEMA estuvieron el presidente de la Cámara, Roberto Fontenla y los integrantes de la Comisión Directiva, Jorge Drimer y Gabriel Campins, quien además ocupa la Vicepresidencia 1ra de FAIMA.

Durante el desarrollo de las diferentes mesas se analizó el contexto marcado por la caída de las ventas, el aumento de los costos, el impacto de las importaciones y el retroceso de la actividad. En ese marco y antes de dar paso al primer panel, el secretario General de FAIMA Pedro Reyna, instó a los representantes de la industria a reclamar a las autoridades la puesta en marcha de la Mesa sectorial, a la que calificó como una herramienta fundamental para superar los inconvenientes que atraviesan muebleros y madereros.

Durante el primer panel, el subsecretario de Industria de la Nación, Fernando Grasso, detalló las acciones que desarrolla el organismo a su cargo y se comprometió a activar la Mesa Sectorial para poner en marcha políticas concretas. Posteriormente, el director Ejecutivo de FAIMA, Leandro Mora Alfonsín brindó un panorama del estado de la industria en materia de números, logística y competitividad. “Necesitamos pedirle al Estado que garantice costos de transporte competitivos, pero mientras tanto no podemos quedarnos quietos. Cayeron las ventas pero no expulsamos mano de obra y en ese desafío que atraviesa toda la industria argentina, el sector maderero cuenta con la ventaja de no retroceder en materia de formación de trabajadores”, detalló.

El trabajo continuó con paneles que abordaron la mirada de FAIMA sobre el futuro de la cadena de valor; el potencial del uso de madera en la construcción como tractor de crecimiento en economías regionales; la oportunidad del tratamiento de residuos de madera en la generación de energía, tanto para abastecimiento como para generación de un nuevo mercado; y la importancia de la innovación en diseño e incorporación de intangibles en la industria mueblera como claves de la competitividad endógena.

La segunda jornada estuvo reservada a los congresales de las diferentes asociaciones que conforman FAIMA y contó con un panel tributario y laboral a cargo de los asesores de CEMA Alejandro Vommaro y Osvaldo Carosella.