La nueva planta de tratamiento de residuos cloacales permitió crear un pulmón verde y, a la vez, generar un espacio para producir y comercializar madera y otros rubros.

El diseño del ACRE unió las voluntades del sector privado y el estado municipal, y está diagramado para la producción y comercialización de madera para la industria, servicios, el agro o la ganadería, el cultivo de especies forrajeras para producir alimento animal, floricultura para espacios públicos y también cultivos experimentales para la obtención de semillas.

La primera etapa del proyecto contempla la utilización de 200 hectáreas. De esa cifra, en la actualidad se desmontaron y nivelaron 76 hectáreas. Se implantaron 10.000 eucaliptos distribuidos en 10 hectáreas mientras que en la zona del vivero esperan ser trasplantados al ACRE 20.000 álamos, 12.000 sauces, 10.000 pies de nogales negro, 10.000 acacias, 5.000 pies de rosales, 3.000 plantas de laurel en flor y también hay espacio para el grateus, una especie arbustiva ornamental perenne que es muy utilizada para levantar cercos.

La sociedad entre la comuna y la firma Eco Las Heras no presenta grandes complicaciones. La empresa se encarga de la inversión, los gastos y el manejo del ACRE por los próximos 15 años con posibilidad de continuar 15 años más, mientras que el municipio, propietario absoluto de los derechos de explotación, monitorea el desarrollo del proyecto y recibe el 35% (libre de cargos) ya sea en materia prima o efectivo.

Uno de los beneficios de la aplicación de aguas residuales para el regadío de forestales es la forma ecológica de solucionar el problema de los efluentes cloacales.

La segunda alternativa viable es la producción intensiva de forestales con una fortaleza inigualable, la reducción del 50%, aproximadamente, en los tiempos de crecimiento de las plantas además del aumento en el rendimiento de los cultivos.

Las aguas tratadas en lagunas de estabilización contienen un alto valor nutritivo que vuelve obsoleta “la aplicación de abonos o fertilizantes químicos porque todo ya está en el líquido que se vuelca de las piletas”, comentó Alejandro Llul director de Gestión Ambiental del municipio.

En la zona, para que un álamo obtenga las dimensiones requeridas por la industria demanda por lo menos una espera de 7 años. En cambio, en el Acre en no más de tres años puede alcanzar esa medida.

Respecto a la producción de madera, se van a plantar los siguientes arboles:

Álamo y sauce: madera blanda que se destina entre otras utilidades para la elaboración de placas (aglomerado).

Eucalipto: para estructuras de malla antigranizo o postes para tendidos de energía eléctrica.

Nogal: madera de calidad para la fabricación de muebles finos.

Acacia: madera denominada dura que se empela para postes de viña o construcción de implementos para el sector ganadero (corrales, comederos, mangas).

Rosales, laurel en flor, grateus: para embellecimiento de espacios públicos.

El proyecto ACRE comenzó en 2011 con una inversión inicial de $600.000, pero en 2012 se pudieron completar los trabajos.

Fuente: F.A.I.M.A.