Difundimos a continuación una entrevista con Roberto Fontenla, propietario de Fontenla Furniture y presidente de CEMA, publicada en la revista D&F Muebles

 

 

D&F Muebles se entrevistó en exclusiva con Roberto Fontenla, propietario de Fontenla Furniture y presidente de CEMA. «Se ha trabajado mucho, pero la realidad es que los focos de los problemas en el país están tan diseminados que la coyuntura es complicada para querer cambiar al sector. Por ejemplo, desde el costo laboral, desde la presión impositiva”, afirmó el entrevistado. Una charla imperdible.

– Usted no hace mucho volvió a ser presidente de la Cámara.

– Correcto, fue en marzo. Yo continué siendo vicepresidente todos estos años, o sea que siempre estuve en contacto con el sector gremial empresario. Uno aprende mucho en la Cámara con los colegas, y creo que para los colegas es lo mismo. Y sumamos experiencias.

 

– En esta realidad con altibajos la agrupación en cámaras empresarias es importante.

– Sí, porque uno va conociendo la realidad de todos. Y se escucha la verdad de fuentes reales, y prácticamente de amigos, porque en la cámara el grupo de la Comisión Directiva es un grupo de amigos. Se habla con la verdad, algo que no se puede expresar en otros ámbitos. El sector no es muy unido, porque hay algunos que creen que la unión hace a la fuerza –por suerte-, pero hay mucha gente que no participa. Es tal la magnitud de los problemas que tienen las PyMEs hoy que la realidad, el tratar de buscar soluciones en conjunto, es un trabajo más y uno le puede dedicar un tiempo si lo tiene. Si no lo tiene, es complejo. Y hoy hay una complejidad desde lo administrativo, desde lo que ha venido haciendo el Estado en ejercer cada vez más control y más seguimiento; y trasladar muchos trabajos 

administrativos que se hacían antes más simples, que se han hecho exageradamente más complejos, precisamente para profundizar los controles. Y eso complica.

– Lo que usted dice es así. Pero, también, si no se forma un buen lobby…

– …Obviamente…

– …No se puede presentar la problemática del sector frente a las autoridades.

– Sí, sí. Se ha trabajado mucho en eso, pero la realidad es que los focos de los problemas en el país están tan diseminados que la coyuntura es complicada para querer cambiar al sector. Por ejemplo, desde el costo laboral, desde la presión impositiva. Siempre nos dicen que estamos dentro de los mismos círculos de queja, pero la realidad es que hoy para una PyME medianamente bien organizada es una presión, casi diría, complicada.

– Una PyME con mano de obra intensiva está teniendo una presión impositiva importante. Eso es lo que se percibe.

– Absolutamente. Es más, tenemos muchas pequeñas empresas con grandes dificultades de repago, en una situación financiera complicada porque hoy no se perdona un atraso. Si no se paga el I

VA a la fecha de vencimiento a los dos o tres días les llega la intimación. Y después, si la cosa empeora, tenemos casos de gente a la que se les habían aplicado moratorias y al caérsele un pago a este empresario se le viene el mundo abajo, le embargan las cuentas. Se lo encierra de tal manera que es un problemón, porque la discusión es si no quiso pagar o si no lo pudo hacer porque tuvo serias dificultades.

– Y cuando se habla de costos no se habla sólo de sueldos.

– No, al revés. Para nosotros los costos son lo que no se llevan en el bolsillo el empleado o el obrero. Por supuesto que creo en la cobertura de seguro de ART, creo en un montón de elementos importantes de esa naturaleza, como la obra social. Pero la realidad es que lo que deforma… Si hablamos del costo laboral, por estudios que hemos hechos, estamos hablando de entre el 95 por ciento y el 98 por ciento del monto del sueldo repetido de pago de costo laboral. Es una deformación que hace que el empleador o busque la salida en no declarar al operario, o intente ir achicándose. Porque trasladar eso a los costos de lo que uno produce es realmente estar fuera to

talmente del mercado. Es una sumatoria de cosas que se vienen agregando todos los días. Y después, la discusión del tema de las enfermedades profesionales, del ausentismo, de los accidentes in itinere con las ART… Hay empresas que tienen 15 empleados y tienen 6 personas que están o accidentadas, o enfermas. Yo me pregunto cómo puede subsistir ese empleador. Porque se ha hecho un aprovechamiento de esa situación. Las ART están cuidándose en demasía antes de darle el alta a una persona. Ni hablemos de los juicios laborales, que si uno no está armado, lo destrozan. Algunas empresas se convierten en cooperativas y al poco tiempo los operarios se pelean y cierran. Es más, yo he tomado a tres personas que eran dueños de talleres. Y eso es duro. A mí me lastima. Porque son gente sana, gente de trabajo. Es complicado.

– Y resaltando nuevamente que cuando se habla de costos laborales no se habla del sueldo de bolsillo del empleado.

– Nooo. ¿Cómo se lo explica uno a la gente? La gente ve lo que se lleva en el bolsillo y ve si le alcanza o no. Y después está el hecho de que la gente viaja mal, la asaltan. Estamos con dificultades que para el nuevo gobierno son deudas pendientes que habrá que clarificar.

– Y en el contexto de una industria que en un momento, en cierto modo, fue beneficiada por medidas del gobierno: licencias no automáticas con Brasil, Ahora 12…

– Por supuesto…

– …o sea, no estamos hablando de que se trate de una industria de las más perjudicadas.

– No, no. Al contrario. Justamente, gracias a esos salvavidas todavía estamos en camino y algunas empresas siguen apostando y son héroes. Yo soy de ésos, porque a uno le encanta lo que hace. Y siempre digo: «Si no hay proyecto, no hay vida». Pero no dejo de ver la realidad o lo que pasa a mi alrededor. A veces, solamente con verles las caras a asociados nuestros o a integrantes de la Comisión Directiva a uno le duele.

– En el caso suyo, la empresa se

ha posicionado en un target de mercado que, por lo menos visto de afuera, no estaría tan complicado.

– Sí, absolutamente. Nosotros vamos a cumplir 67 años y hemos pasado todas las crisis. Y en esta mecánica de tener un poco de cintura para pasar las crisis, creemos que sabemos, por ejemplo, que hay que bajar precios para pasar etapas difíciles. En un año electoral, complicado, ahora veníamos bien hasta hace poco tiempo. En general, las empresas se venían defendiendo, aunque se venían cayendo pequeños talleres. Pero la realidad hace que de un mes para acá (NdR: del 10 de agosto al 10 de septiembre) se nota una merma, una meseta en las ventas. La gente posiblemente no quiera endeudarse con su tarjeta de crédito.

– Nosotros fuimos a FIMAR en mayo en Córdoba, y se percibió que las empresas más chicas ya tenían algunos problemas. Algo que no pasaba en años anteriores. Y por lo que usted dice, proveedores de todos los nichos del mercado están alertas.

– Coincido totalmente.

Foto: D&F Muebles: La entrevista completa ha sido publicada en la revista en versión impresa de D&F Muebles el 2 de octubre de 2015.