Síntesis Ejecutiva
Desde la crisis de 2001 hasta el presente, el sistema bancario argentino ha realizado un
notable progreso, financiando una porción creciente de las inversiones de las PyME
industriales, pasando del 7% de 2002, al 14% en 2006, hasta el 31% en 2011, aunque con
una disminución al 26% en 2012 -sin computar aún la Línea de Crédito para la Inversión
Productiva lanzada por el BCRA en junio de ese año.

· El sistema bancario ha podido también recientemente realizar (desde 2010) algunos
progresos en el financiamiento neto del sector privado residente en las regiones más
rezagadas del país como el NOA y el NEA, otorgando en dichos territorios más fondos
(préstamos) al sector privado que los recogidos en forma de depósitos bancarios del
mismo sector. Un mérito especial en este aspecto hay que atribuirlo al Banco de la Nación
Argentina.

· No obstante estos reconocibles progresos, las estadísticas recopiladas por el Observatorio
PyME a lo largo de estos últimos años muestran un persistente alto porcentaje de PyME
industriales (en promedio un 27%) que declara que tiene proyectos de inversión frenados
por falta de financiamiento bancario.

· Además un análisis más detallado de la distribución regional de los créditos y los depósitos
bancarios, muestra fuertes asimetrías internas entre las provincias que componen las
macro-regiones del NOA y NEA, comprobándose que en el NOA en realidad son sólo las
provincias de Tucumán y Salta las que registran saldos positivos (más préstamos que
depósitos), mientras que Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja, mantienen
recursos monetarios ociosos, es decir, capacidad prestable que no se traduce en crédito
en la propia provincia. Exactamente lo mismo ocurre en el NEA, donde Misiones y Chaco
reciben financiamiento neto bancario mientras que Corrientes y Formosa, “exportan”
depósitos bancarios de sus residentes.

· Según ha sido ilustrado en un anterior Informe Especial del Observatorio PyME, la
dificultad para lograr un mayor desarrollo del sistema bancario argentino se explica por la
falta de una moneda nacional que cumpla la función de reserva de valor e incentive a que
se realicen depósitos en Pesos, aumentando así la capacidad prestable de los bancos.
Además, como se comprueba analizando la experiencia positiva del caso chileno, también
Informe Especial: Inversiones y acceso al financiamiento de las PyME industriales Noviembrede 2013.

Descargar informe completo aqui.

(Informe especial: Inversiones y acceso al financiamiento de las PyME industriales)